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DESDE EL EXTERIOR. EDWIN VANEGAS, Pbro. EXPERIENCIA EN MADRID.

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¡DESDE MADRID!

 Edwin Vanegas, Pbro.

Por: Edwin Raúl Vanegas Cuervo

 

Hace nueve meses llegué a Madrid y me incorporé al programa de doctorado en Teología de la Universidad Pontificia Comillas, con el fin de dar inicio a la exigente labor académica de escribir una tesis doctoral.  Un trabajo que se puede ver en primer lugar, como ejercicio meramente racional, investigativo y literario. Sin embargo, en el corto tiempo de este inicio, he constatado que la elaboración de una propuesta teológica original, es el fruto de una vivencia creyente de la teología, no sólo de intellectus, sino más aún, de auditus. No se puede decir algo sobre Dios si no se le ha escuchado primero y esto, siguiendo a Balthasar y otros grandes teólogos, sólo se puede hacer de rodillas, a lo que yo agrego: y con la memoria que evoca la maravillosa experiencia entre Dios y el hombre, dentro de la historia.

 

La oportunidad que me ha ofrecido la Arquidiócesis, en esta etapa de mi vida, se enmarca dentro de la necesidad de la formación permanente e integral, que todos en las distintas épocas de nuestra vida debemos procurar.  En mi caso, la academia y la teología son, en este momento, los medios para unificar desde allí, las demás dimensiones de la vida sacerdotal, de tal forma que los logros alcanzados sean siempre valorados por el crecimiento del ardor evangelizador y el deseo profundo por servir a la Arquidiócesis ahora y en el futuro. Medios que no son más importantes que el cultivo de una sólida vida espiritual, la fraternidad presbiteral y el anonadado trabajo evangelizador que se encuentran allí en la Arquidiócesis, y que en la distancia se extrañan y se valoran mucho más.

 

He sido acogido en el Colegio Mayor e incorporado a la Universidad Pontificia Comillas. Esta es una institución educativa que pertenece a la Compañía de Jesús y que en su origen nació como Seminario y Facultad de Teología a finales del siglo XIX, siendo por muchos años el Alma Mater de la formación sacerdotal de gran parte del clero secular y religioso de España. Su tradición teológica ha venido madurando en el tiempo, añadiendo a su quehacer la interdisciplinariedad y el diálogo con la sociedad y la cultura, colocándose a la altura de las exigencias de los distintos momentos de la historia moderna y contemporánea de España y Europa. Hoy Comillas, está reconocida como una de las mejores universidades privadas en España, aportando a este país, profesionales y técnicos en diversos ámbitos de la ciencia, la economía, la política y la cultura. Eso sí, sin olvidar su génesis teológica que en la actualidad se refleja en la calidad y cultivo de la dogmática, la Sagrada Escritura, la moral, el derecho canónico y la espiritualidad ignaciana.

 

Además del enriquecimiento académico, la experiencia de estudios en España aporta un bagaje cultural y eclesial que se alimenta por medio del encuentro y el cultivo de amistades, con quienes se puede establecer un diálogo permanente. Gracias al contacto directo con teólogos, filósofos y un nutrido ambiente cultural que se vive en Madrid he logrado entender el pasado, presente y futuro de la sociedad europea y la situación del cristianismo dentro del proceso de post-secularización propio de los tiempos actuales. También, por medio de la participación en algunas comunidades parroquiales, sobre todo en la diócesis de Málaga, he logrado conocer e intercambiar con sacerdotes, religiosos y laicos y reconocer los diversos procesos evangelizadores que lleva adelante la Iglesia española en medio de las actuales condiciones históricas y sus hondas raíces cristianas aferradas a una piedad popular centrada y decorosa.

 

La oportunidad de realizar esta experiencia en el exterior, inserta en otros ámbitos culturales, sociales y religiosos y mueve a hacer una valoración del estilo de vida y el ejercicio del ministerio sacerdotal. Es un tiempo propicio para valorar todos los frutos que se han podido percibir del sacerdocio a lo largo de los años, y además, es una valiosa oportunidad de renovación integral, de tal manera que  la riqueza adquirida al final de este tiempo de estudio, redunde en el mejor servicio que pueda prestar en la Arquidiócesis de Bogotá.

 

Finalizo este escrito agradeciendo en primer lugar a Dios y a la Arquidiócesis de Bogotá por esta valiosa oportunidad de formación en Madrid, así cómo al Colegio Mayor y la Universidad Pontificia Comillas quienes han facilitado los medios para mi bienestar en este momento; agradezco a mi familia y a los amigos, que a pesar de la distancia, se hacen cercanos con su oración, aliento y aprecio sinceros; por último, sin ser lo menos importante, expreso mi gratitud para los nuevos amigos que en España he podido encontrar, quienes han sido mano acogedora, hogar abierto, estímulo permanente y fraternidad incondicional.